dimecres, 26 de març del 2014

El "zoquete" que llevamos dentro

El zoquete se autoreconoce a largo plazo. El, que siempre ha vivido de fantasias y de sueños muy ajenos a la realidad del día a día, vivía en su mundo de infelicidad lleno de felicidad, durante las explicaciones de los profesores en la escuela se dormía en los laureles tratando de encontrar en su mente  lo que la lección académica no le proporcionaba, eso si, era noble y obediente lo que le facilitaba la labor de empatizar con los adultos.
Pasaban los cursos y el iba superándolos sin pena ni gloria, más por insistencia de los padres que por convicción propía, cosa que si no canviaba tendría mala solución en el futuro, pero eso siempre paraba lejano. Iba quemando etapas; primaria, secundaria, bachillerato y con ello se iban incrementando las dudas ¿que camino debo seguir? ¿qué quiero hacer? ¿sigo o abandono? hasta el momento todo seguía igual, las mismas dudas, las mismas preguntas, la preocupación de los padres porque el susodicho hijo se labre un buen futuro... Hasta que en cierto momento la inspiración lo invade y decide hacer un esfuerzo sin precendentes y consigue acceder a la universidad. La última noticia que tengo de él es que está muy contento de la decisión que ha tomado, que se encuentra muy agusto consigo mismo y que la familia sigue igual de preocupada por él pero ahora además están llenos de orgullo. De esto ya hará unos dos años, desde entonces he dejado de tener contacto con ese zoquete que un día conocí y que tuve el placer de acompañar durante muchísimos años.

2 comentaris:

  1. Tots hem conegt algun "zoquete" en la nostra vida, inclús pense que tots ho som, almenys un poc, i és molt important valorar-ho, o el que dius tu, adonar-nos-en a llarg plaç! Així ens donem compte de quines han sigut les nostres errades en la nostra infantessa i joventut. Jo almenys ho he estat analitzant i, sincerament, traus aspectes molt important de la teua vida!

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  2. Acabo de leer tu entrada y he llegado a la conclusión de que no soy el único que no comparte el aspecto donde Pennac nos muestra que ( a mi entender) si no hay sufrimiento en el recuerdo no podemos contar nuestras vivencias en modo de superación.

    En el final de la pagina 52 puedes volver a leer de a qué me refiero, en especial una frase que me chocó mucho cuando la leí "Lo cierto es que a posteriori, las orejas de burro se llevan de buena gana".

    Si le echas un vistazo a mi ultima entrada, comprobaras que los dos expresamos un mismo orgullo por haber superado nuestras barreras.

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